El funcionamiento de estas aplicaciones se basa en que, cuando borramos un archivo, no se elimina del disco duro directamente, el sistema operativo marca el espacio del disco donde estaba el fichero como disponible, para que sea escrito otro fichero en él. Si no se produce esta nueva escritura, el fichero original estará ahí.
Una de las aplicaciones más conocidas es Recuva, de la que ya hemos hablado en anteriores ocasiones (Herramientas imprescindibles para llevar en tu USB), que funciona bien y tenemos opción gratuita y opción de pago. La principal novedad que queríamos contaros es que ahora la propia Microsoft ha sacado su herramienta de recuperación de archivos eliminados, se llama Windows File Recovery, lo que nos permite llevar a cabo la recuperación sin tener que instalar aplicaciones desde fuentes, en ocasiones, poco fiables. Como inconveniente, está que se utiliza desde la consola de comandos, lo que puede suponer una dificultad para usuarios menos experimentados, aunque ante la pérdida de un fichero importante, bien merece la pena ponerse "manos a la obra".
Para poder utilizar esta herramienta deberemos instalarla previamente desde la Tienda de aplicaciones de Microsoft, después entrar en la consola y ejecutar el comando winfr