En primer lugar, y más importante, no han de instalarse aplicaciones que no provengan de la tienda oficial de nuestro sistema, pues no han pasado los filtros citados anteriormente.
También es importante leer la información de la aplicación y no instalar aplicaciones con funciones increíbles, como un visor de rayos X, o un detector de metales... En estos casos, tendremos que ser prudentes y usar la lógica.
Una forma de detectar aplicaciones fraudulentas es leer los comentarios, el número de instalaciones y las valoraciones. Así, si una aplicación tiene millones de instalaciones, es muy posible que sea legítima y que no vaya a darnos sorpresas. Si además las valoraciones son muy altas, mejor.
OSI, la Oficina de Seguridad del Internauta, ha diseñado una interesante infografía que recoge estos consejos, puedes acceder a ella desde la noticia: Aprende a identificar aplicaciones fraudulentas de un vistazo