Casi la totalidad de usuarios de smartphones disponen de esta aplicación instalada en su dispositivo, prueba de ellos son los más de 2.000 millones de usuarios que la empresa dice tener en todo el mundo. Esto convierte WhatsApp en la segunda red social más usada del planeta, por detrás de Facebook, que cuenta con 2.500 millones de usuarios activos.

Una aplicación tan popular, siempre se convierte en foco de ataques por parte de los ciberdelincuentes, por lo que deberemos tomar precauciones a la hora de usarla. Hace unos meses, la Oficina de Seguridad del Internauta (OSI), publicó una noticia donde se describía un tipo de ataque a esta red social que tituló "¡Socorro me han secuestrado WhatsApp!". Es una practica efectiva y sencilla para el atacante y, para la víctima, es difícilmente detectable si no lo conoce.

Como se puede leer en la noticia, la víctima recibe el código de confirmación del número de teléfono de Whatsapp, es decir, el código que nos pide cuando instalamos Whatsapp en un teléfono nuevo. Seguidamente, un conocido nos solicita ese código, ya que por algún error no ha podido llegarle a su teléfono, como es una persona conocida, la víctima lo entrega. Con este código, el atacante ya puede instalarse la cuenta de Whatsapp de la víctima en su teléfono. A partir de aquí, se hará pasar por ella para seguir secuestrando las cuentas de sus contactos.

Dada la popularidad de este tipo de ataque en los últimos meses, quizá por su sencillez de uso, es importante tomar precauciones, y no facilitar estos códigos, aunque la persona que nos lo solicite, sea conocida.