La Asociación Comunidad Redes de Telecentros a la cual pertenece nuestra red de Telecentros de Burgos, ha presentado el 27 de abril de 2011 en Madrid, el Informe Global del impacto socio-económico de las Redes de Telecentros Regionales en España.

 
Las redes de centros públicos de acceso a internet en España han conseguido en dos años crear, con lo que cuesta construir 4 kilómetros de vía de alta velocidad, 2.800 empleos.
 
Si añadimos que el , el 70% de estos empleos se genera en zonas con menos de 10.000 habitantes y entre colectivos con riesgo de exclusión, sea por su dispersión geográfica, razones de edad, género, discapacidad o falta de capacitación, la ecuación resulta aún más rentable, sostenible y prometedora para territorios y colectivos hasta hace un tiempo “aparcados” en el siglo XX.
 
El estudio analiza el comportamiento e impacto de 11 redes públicas autonómicas: la andaluza Guadalinfo, la Red de Cibertecas de La Rioja, CDTL Gobierno del Principado de Asturias (CAST), la Red de Telecentros Sierra Oeste de Madrid, la de Cantabria SI, la murciana, la Red de Telecentros de Cataluña, la de la Ribera de Navarra, la de la comunicad extremeña, la vasca Kzgunea y la red de Telecentros de Fuerteventura. Estas redes agrupan 2.529 telecentros (el 63% del total).
 
Los Telecentros son espacios públicos de libre acceso volcados en generar proyectos e iniciativas entre las personas, conectándolas y estimulando su capacidad de transformar y mejorar el lugar donde viven a través de las Tics. 7 de cada 10 de estos centros se ubica en poblaciones con menos de 10.000 habitantes, y suponen una apuesta por su empoderamiento socioeconómico. En este sentido, en el caso de Andalucía y Madrid más del 92% de los telecentros están en poblaciones con menos de 5 mil habitantes, lo mismo que 8 de cada 10 de los telecentros extremeños, riojanos y canarios Además, como refleja el estudio, las redes de telecentros públicas en España prestan especial atención a sectores que parten con desventaja. Así, más del 90% de las actividades en los telecentros se dirigen a mayores de 50 años, a mujeres y a menores, y por encima del 60% a colectivos en riesgo de exclusión social y personas con discapacidad. Por supuesto los telecentros dan también soporte a la administración electrónica, el tejido empresarial y los colectivos o agentes sociales locales a quienes dirigen un porcentaje superior al 55% de sus actividades.
 
Desde su vocación y carácter públicos, las actividades y proyectos generados y “agitados” en estos telecentros a través de las TICs reducen barreras y acercan mercados. Estas redes aportan al tejido empresarial local infraestructuras de telecomunicaciones, capacidades digitales y de formación continua y nuevas posibilidades productivas a las empresas. En definitiva actúan como punto de apoyo y palanca para que la población protagonice el desarrollo, la creación de riqueza y de empleo de los territorios con más dificultades.