Con el verano llegan las vacaciones y nuestro móvil se convierte en nuestro mejor aliado para estar conectados, en muchos casos lo usamos para estar al día en nuestras redes sociales, leer el correo, etc. Pero, ¿tomamos las precauciones pertinentes?
 
Con la llegada de los smartphones, llamar no es la única función del teléfono, los usamos como agenda, cámara de fotos, y otras funciones de comunicación para las que hace falta una conexión a internet. Habitualmente tenemos contratada una tarifa de datos con nuestra operadora vía 3G, pero cuando estamos en un sitio público con wifi disponible, solemos usar esta conexión, porque es más rápida y además, no consumimos nuestros "megas". Es muy aconsejable estar seguro de que la red es de confianza antes de conectarnos, y no lo haremos nunca a aquellas de las que no conozcamos su procedencia, es preferible usar nuestra conexión 3G. En caso de conocerla, evitaremos las redes abiertas, pues los datos pueden ser observados por otras personas, por lo que, si vamos a usar una de estas redes, no manejaremos información importante, como números de cuenta, NIFs, etc. En este caso también es preferible el uso de nuestra conexión de datos.
 
Nuestro móvil almacena mucha información confidencial, tenemos fotos, números de amigos, direcciones, agendas... Datos que no deben ser conocidos por otras personas, por eso deberemos tener siempre el teléfono con una contraseña de acceso, que impida acceder al mismo. Si los datos que manejamos son muy importantes, podemos valorar la necesidad de instalar una aplicación de seguridad para el smartphone, que nos permita dar la orden de borrado desde otro terminal.
 
Otra buena práctica consiste en conocer el teléfono de la operadora, para denunciar casos de perdida y que nuestra tarifa no siga subiendo cuando el teléfono está en otras manos.