Se trata de una opción, no precisamente nueva, ya que está disponible desde Windows Vista, que puede ayudarnos de forma muy sencilla a aumentar la velocidad de nuestro PC, prácticamente sin coste.

 

Si nuestro PC va perdiendo velocidad debido a la falta de memoria, siempre podemos darle "un empujón" con esta opción, para lo que tan solo necesitaremos una memoria USB de más de 256 Mb., que muchas veces quedan en desuso ya que disponemos de otras de mayor capacidad.

 

La mejor opción para dotar de recursos al PC en este sentido es ampliar la RAM, pero muchas veces esto no es oportuno, si por cualquier motivo no nos interesa invertir dinero en ese equipo.

 

Configurarlo es muy sencillo, pincharemos la memoria en un puerto USB (elegiremos preferiblemente uno trasero, dado que quedará ocupado constantemente), iremos a "Mi PC", o "Mi Equipo", donde veremos la unidad, haciendo clic con el botón derecho del ratón, elegiremos la opción propiedades e iremos a la pestaña ReadyBoost, que nos muestra las opciones para configurarlo, dándonos la opción de dedicar esa memoria por completo, o solo una parte.

 

Tras su configuración, el PC utilizará ese espacio para el almacenamiento de datos temporales, permitiendo un acceso más rápido que si estuvieran en el disco duro.